El jabón es un producto natural en si mismo porque sus materias primas lo son. El producto al que denominamos jabón es el resultado de la reacción química entre un aceite y una álcali. El jabón es un compuesto soluble en el agua y por esto, cuando lo aplicamos sobre la piel, arrastra la suciedad de la capa superficial y la disuelve en el agua.
Los jabones artesanos no tienen detergentes sintéticos. No tienen ningún ingrediente de origen animal y no están probados en animales.
Existen referencias al uso de un producto semejante al jabón en el 3000 a d C., aunque fueron los romanos los que generalizaron el uso con sus costumbres higiénicas. El jabón era usado para mantener la piel limpia y prevenir así el contagio de infecciones.
A lo largo de los siglos se dan diferentes circunstancias políticas y educacionales que tienen repercusión en el uso y elaboración del jabón, hasta que a final del siglo XVIII se potencia la elaboración del mismo gracias al desarrollo de la fabricación del hidróxido sódico como materia prima más eficaz y sustitutivo de los álcalis.
La formulación y los procesos han sido adaptados y modernizados de acuerdo a la legislación y a las necesidades y gustos del mercado actual, pero la pieza que obtenemos tiene semejantes características, uso y aspecto del jabón natural original.
Los jabones hechos con base de aceites vegetales tienen innumerables propiedades beneficiosas para tu piel. Su grasa natural proporciona tonicidad, protección, suavidad y juventud gracias a la accion reestructurante del aceite. Sigue leyendo